Noticia4 Feb 20153 minutos de lectura

Con actitud a Eurovision

Pertti Kurikan Nimipaivat es el nombre completo de la formación que participará junto a otras 17 propuestas en el concurso que la cadena de televisión pública de Finlandia organiza para designar al candidato que acude al famoso certamen musical.

El grupo está compuesto por dos integrantes con síndrome de Down y otros dos con autismo, y defenderán la canción «Aina Mun pitää», traducida al castellano como «Siempre tengo que».

Aunque no parten como favoritos, los cuatros miembros de la banda ya se han mostrado públicamente entusiasmados con la idea de viajar hasta Viena para defender a su país. «Pertti, el guitarrista, es un gran fan de Eurovisión. Sus familias les están dando todo su apoyo, así como los fans. Incluso los artistas nacionales del mundo del punk ya han manifestado su total respaldo?, asegura Kalle Pajamaa, mánager del grupo. Si superan la semifinal del próximo sábado, tendrán que someterse al juicio del público y un jurado de expertos en la gala final que se celebrará el próximo 28 de febrero.

El punk, un género musical dentro del rock que emergió a mediados de los años 1970, les ayuda a expresarse y a mejorar su vida cotidiana. Cantan temas que van desde los problemas sociales hasta el cuidado de las uñas, saltan y gritan ante un público fiel, se quitan las camisetas y se dejan en cada actuación la piel para demostrar su talento. Tras hacerse un hueco en el panorama «underground» de la música finlandesa, la banda ha decidido ahora dar su gran salto y compite por representar a su país en el próximo festival de Eurovisión.

DOWN ESPAÑA celebra la oportunidad

En opinión del gerente de DOWN ESPAÑA, Agustín Matía, el hecho de que un grupo formado por músicos con síndrome de Down opte a representar a un país en Eurovisión es siempre «una buena noticia», pues pone de manifiesto la normalidad de la discapacidad.

Ahora bien, Matía espera que a la hora de seleccionar al conjunto musical que vaya a representar a Finlandia, el jurado valore primero la calidad musical de los aspirantes y solo después su discapacidad. Invertir el orden, asegura, «sería un error sin justificación». «Ha de tenerse primero en cuenta la calidad de su trabajo y después lo que supone que las personas tengan una discapacidad», sentencia el gerente de la entidad.

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