Buenas días María Leonor,

en primer lugar, muchas gracias por contactar con nosotros a través de nuestros foros.

Hemos remitido su consulta a nuestro experto en salud, que responderá lo antes posible. No obstante, le recomendamos encarecidamente que consulte en nuestro foros temas similares al planteado por usted, ya que tal vez le sea de utilidad conocer la información allí expuesta. Por ejemplo, puede usted leer la respuesta ofrecida a la consulta «OPERACIÓN DE AMÍGDALAS», a través de este enlace.

Un cordial saludo y muchas gracias de nuevo.

No me queda muy claro si el problema mayor lo tienen con anginas de repetición o si es la halitosis (mal aliento) lo que les lleva a la operación.
Hace unos días hablábamos de esta operación como posibilidad para corregir las apneas del sueño (SAOS). En su caso, si es por la repetición de infecciones, ha de ser una situación lo suficientemente seria como para llegar a ese extremo. Interpreto que su otorrino lo habrá justificado.
Pero creo que me lo orienta hacia la corrección de la halitosis, y es aquí donde quiero incidir. El aliento puede llegar a oler exageradamente mal, y el origen puede estar principalmente en la boca y en la vía digestiva, y con menor frecuencia en vías aéreas.
Desconozco el estado en que tiene su hija la dentadura y las encías, responsables de la mayoría de esta situaciones. Otras veces son malas digestiones, por mala trituración del alimento u otros problemas digestivos los que generan el mal olor. Mi opinión es que todo esto es lo primero que hay que descartar, antes de ir a otras intervenciones.
Por esto decía al principio que no tengo claro cuál es el problema principal. Si la opción que les han dado es extraer las amígdalas porque retengan fragmentos de comida en cicatrices de anteriores infecciones, deberán tener en cuenta que si la dentadura no está sana, o no ha consolidado hábitos de higiene bucal, o hace malas digestiones, lo normal será que se mantenga el problema tras la operación.
Por mi parte quedo a su disposición por si podemos atar más cabos.
José María Borrel.