Testimonio27 Feb 20245 minutos de lectura

Me imaginaba que nunca iba a poder trabajar por tener discapacidad intelectual

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Nadia y Jesús son dos jóvenes con discapacidad intelectual que han trabajado en una estación de Cádiz.

Este verano, nueve personas con síndrome de Down u otra discapacidad intelectual se han incorporado a estaciones de servicio de Repsol como nuevos empleados, a través del convenio entre la compañía energética y DOWN ESPAÑA. En concreto, esta experiencia inclusiva ha tenido lugar en Murcia, Sevilla, Cádiz, Málaga, A Coruña y País Vasco. Todo a través del apoyo de nuestras entidades federadas en dichas ciudades y con contratos temporales en el puesto de auxiliar expendedor de gasolina.

Nadia y Jesús son dos jóvenes con discapacidad intelectual. Han trabajado en una estación de Cádiz gracias a esta colaboración que permite su inclusión en un sector en el que apenas se insertan personas con discapacidad. DOWN ESPAÑA entrevista a estos dos trabajadores natos, usuarios de DOWN CÁDIZ – LEJEUNE, que estarían encantados de conseguir nuevas oportunidades laborales.

Jesús, de 24 años, explica que, aunque ya había realizado cursos con prácticas de lavandería, de limpieza y de conserje, el de Repsol es su primer contrato. “Y espero que vengan muchos más”, señala. “Las personas con discapacidad intelectual podemos trabajar. Hay que dar la oportunidad y nosotros aprovecharla al máximo. Si te lo propones, lo haces. Todo lo que te propongas lo puedes hacer, teniendo o no discapacidad. Para mí no hay límites”, explica el joven.

Para Nadia, de 31 años, ésta también ha sido su primera experiencia laboral, y según explica la ha disfrutado mucho. “Me he dedicado a la limpieza y mantenimiento de la estación, reposición en tienda y a la atención al cliente y me ha gustado. Lo que más, atender a los clientes y barrer”.

Según explican ambos, el trabajo en la estación de servicio como auxiliares les ha gustado mucho, aunque más a Jesús, pues “tiene relación con los coches, las motos y las personas”. “Me gustaría trabajar en gasolineras todo el tiempo que pudiera porque conozco ya el trabajo. Ha sido una experiencia muy bonita, me imaginaba que nunca iba a trabajar. Esto ha sido para mí como un sueño. Ahora valoro el dinero mucho más. Las motos y los coches son mi pasión”, explica con emoción Jesús.

Limpiar, reponer la tienda, atender a clientes y ayudar a sus compañeros han sido las tareas de estos dos jóvenes. Coinciden al indicar las cualidades necesarias para el puesto: “ser educado, respetar a las personas, ser amable, puntual y tener mucha disciplina”.

Además, tanto Jesús como Nadia aseguran que el trato con sus compañeros fue inmejorable. Los dos coinciden en que la experiencia en general ha sido muy positiva porque han aprendido un nuevo oficio y han ganado independencia.

“Mis padres se han llevado una sorpresa de cómo he respondido en el trabajo, están muy contentos conmigo. Me pago mis cosas y me siento contento de poner dinero en la casa”

Jesús

Nadia, por su parte, explica que ha aprendido muchas cosas en la gasolinera y por eso se siente muy afortunada. “Estoy feliz trabajando porque me gusta aprender cosas nuevas y hacer las cosas yo sola, ganar mi dinero, comprar las cosas que me gustan y ayudar en casa. Me gustaría trabajar en una peluquería o con animales”, añade.

Desde DOWN CÁDIZ explican que la experiencia ha sido constructiva y enriquecedora, tanto para los chicos contratados como para el equipo de técnicos. «En este tipo de vivencias no solo ganan ellos sino todos los que estamos alrededor: se nos brinda la oportunidad del aprendizaje derivado de la inclusión y el intercambio en la diversidad”.

“Nadia y Jesús han tenido la posibilidad de poder seguir creciendo tanto a nivel profesional como personal. De sentirse útiles y ganar en autonomía, autoestima e independencia. Han desarrollado actitudes necesarias en el ámbito laboral como la responsabilidad, el esfuerzo y la disciplina. Y habilidades sociales en el trato con los clientes y sus compañeros. A nivel social creemos que se invita a la reflexión».

Esta experiencia laboral es posible gracias al compromiso de Repsol y de DOWN ESPAÑA y sus entidades con la inclusión laboral. Se ha llevado a cabo bajo el amparo del Programa del Empleo con Apoyo, desarrollado por las entidades federadas a DOWN ESPAÑA.

Es una metodología en la que los empleados cuentan con acompañamiento individualizado en el puesto de trabajo, a través de un preparador laboral de DOWN ESPAÑA y/o de su entidad federada para ayudarle desde un inicio.

En DOWN ESPAÑA estamos agradecidos con esta colaboración que impulsa la inclusión laboral de personas con síndrome de Down en un sector en el que hasta ahora no habían encontrado oportunidades laborales en inclusión.

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