Han pasado dos años desde vuestra consulta y seguramente vuestro hijo esté perfectamente integrado en la enseñanza primaria. Pero nunca es tarde para responderte que efectivamente, el masaje metamórfico es una ayuda muy valiosa para las familias que acogen en su seno a un niño con síndrome de Down. Facilita la adaptación de cada miembro de la familia a esta circunstancia, ayuda a integrar las diferencias, y facilita el máximo desarrollo del potencial de cada uno.

Además, resulta muy relajante tanto recibirlo como darlo – y a los niños les encanta ofrecérselo a sus padres. Te recomiendo no solo que os regaléis sesiones de profesionales, sino también y sobre todo que aprendáis a darlo todos vosotros (padres e hijo/s), para poder intercambiarlo siempre que podáis. Es una técnica muy sencilla que se aprende en un momento y se practica en cualquier parte… ¡por ejemplo en el sofá delante de la tele!
Buena suerte…