Rocío, ver sufrir de este modo a un hijo es lo más dramático del mundo. Si sale finalmente adelante verás que todo mereció la pena, y este dolor que habéis pasado juntos os unirá de forma extraordinaria, quede en la situación neurológica que quede. Ella, como bien dices, está luchando lo indecible para superar el proceso y volverse a juntar con su madre. Por eso, por más que te haga sufrir, acude al hospital siempre que puedas a estar junto a ella, que te oiga, que note que estás a su lado…, hay un sexto sentido, créelo.

Pero no siempre se logra salir adelante, y a veces claudican. Confiemos que no sea este el caso, pero quienes han pasado por el trance siempre lamentan no haber podido estar más con su hija, no haber podido tenerle más en brazos, abrazarle hasta el final. Por si acaso, aprovecha toda ocasión que se te brinde.

En cuanto al posible daño cerebral provocado por el paro cardíaco, depende en gran medida de cuanto tiempo estuvo el cerebro sin oxigenación, cuanto costó revertirlo. No se puede saber, vamos a esperar.
Háblale, dile cosas, dale ánimos, dile que le estás esperando…. Puedes estar segura de que le llegan tus palabras.

Mucha suerte, y quedamos a tu disposición para lo que precises.

Un beso de nuestra parte también para ella.

José María Borrel

Rocío, dejar sin oxígeno al cerebro mucho rato tiene consecuencias imprevisibles, no podemos asegurar que todo se va a recuperar, es imposible pronosticarlo. Pueden quedar secuelas de tipo motor como lo que describes del lado derecho, pero pueden aparecer por cualquier zona, y no ser en exclusiva de tipo neuromuscular, sino que puede afectar a otras funciones del organismo. Lentamente, muy lentamente, se puede ir recuperando, pero ya digo que es imposible predecir cómo se va a quedar.
Lo más importante de todo es lo que dices de que está viva, es tu hija y está viva, y esperemos que pronto podáis disfrutar toda la familia en casa, independientemente de que hayan quedado unas secuelas u otras. Salió del paro y hay que mirar adelante.
Procurad disfrutar de vuestra hija todo lo que podáis, porque ya ves que en un momento dado y sin saber la causa, se nos va la vida a cualquiera de nosotros, y luego nos lamentamos de lo corta que es la vida y lo poco que hemos disfrutado de los seres queridos.
Que continúe su rehabilitación pero procurad ser felices en compañía de vuestra hija.
Un saludo.
José María Borrel.