Héctor, con sus compañeras de baile, antes de salir a actuar.

La gala Drag Queen es uno de los eventos de mayor repercusión del que es uno de los carnavales más importantes del mundo, el de Las Palmas de Gran Canaria. Consiste en un espectáculo musical, en el que el acontecimiento principal es un concurso de drag queens, amenizado con otras actuaciones de cantantes y números de baile.

Por eso, para alguien que ha crecido en Las Palmas y que ha vivido de cerca su celebración año tras año, supone uno de los eventos más esperados. Es el caso de Héctor Santana, un joven con síndrome de Down acostumbrado a superar retos y para quien no existen las barreras.

De hecho, Héctor es un consumado nadador, y recibió hace cuatro años el premio al Mejor Deportista con Discapacidad de Las Palmas. No en vano, el joven ha ganado en su trayectoria diversos premios internacionales, como la medalla de oro en la categoría de 50 metros mariposa en el Campeonato del Mundo de Taiwan, o la plata en la prueba de 200 metros braza y las medallas de bronce en las pruebas de 50 braza, 100 libres y 4×50 libres en el Campeonato de Europa celebrado en Southampton.

Fueron necesarias muchas semanas de ensayos para que todo saliera bien.

A su espíritu de superación, Héctor unió su vocación por el mundo del espectáculo y una ilusión que acaricia desde niño, para plantearse su próximaconquista: participar en la gala Drag Queen de Las Palmas. Tanto es así, que el joven afirma que «siempre he tenido esta ilusión», y reconoce que «andaba detrás de mi padre diciéndole que quería participar, me ponía pelucas y me disfrazaba».

Así que Héctor se puso manos a la obra. «Nuestra idea es demostrarle a la sociedad, que si se quiere, se puede hacer«, explica su padre, Paco Santana, sin ocultar el orgullo de ver a su hijo sobreponiéndose a los golpes y caídas que ha sufrido para hacerse con los 32 centímetros de zapato de su disfraz.

Y así, tras mucho esfuerzo y semanas de preparación, diseño de vestuario, ensayos y algunos nervios, Héctor se lanzó a la Gala de Preselección para la final del festival.

Compitió en igualdad de condiciones con otros 36 participantes, en la que supone una nueva muestra de inclusión y normalización para el colectivo de las personas con síndrome de Down.

No pasó a la final, pero eso es lo de menos en la trayectoria de este joven que con su afán de superación y conquista ha alcanzado un nuevo reto en su vida.

Pinchando aquí podéis ver un vídeo en el que Héctor explica cómo ha sido para él esta experiencia.

El maquillaje es uno de los aspectos que más se cuidan.